martes, 9 de diciembre de 2008

Nostalgia

La lluvia le encantaba, era una muy buena excusa para quedarse en casa, aislada. Estaba triste sin saber el motivo, pero no hacía nada para evitarlo. Refugiada en su soledad, estaba cansada de intentarlo. Los cambios bruscos no le sentaban bien y no podía mantener el orden en su vida. Siempre se ocupó de los demás, dio todo lo que pudo y se postergó a sí misma porque consideraba que de esa manera sería egoísta, y sin embargo, en vez de disfrutar lo que hacía, sentía que todo y todos la traicionaban una y otra vez. Lo único que hacía era sufrir. Cuando se vio al espejo por última vez, no se reconoció. Pensaba demasiado. Pero lo que debía hacer era actuar y hacer algo por ella misma y olvidarse de todo de una buena vez y empezar de nuevo.
Todo era una gran excusa. Todo era un gran problema. Se alejó de la gente, trató de hacer algo por ella.
Un día, finalmente, cuando noto que estaba más que sola y aún así todo estaba mal a su alrededor, descubrió que el problema era ella misma. Su actitud ante las cosas, su evasión, su mentira. Estaba confundida. Tenía miedo a fracasar nuevamente, la invadía una ambigüedad: el creer que era tarde, pero darse cuenta de que había mucho por delante.
Decidió darse una oportunidad para ser feliz, se compró un perro y canceló la cita con la psicóloga.-

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jowie, amiga! Escribís muy lindo! Sabías que te quiero muchoooo? Te deseo todo el éxito con este proyecto que empezas! Te voy a leer, y te quiero ver pronto. No te digo fechas porque estoy en el hornito. Despues arreglamos. Te mando un beso!!!