lunes, 23 de noviembre de 2009

Ayer te vi

Ayer te vi. Estabas parado inerte, justo frente a mí. Me hablabas, en un idioma que yo no podía comprender. Estabas como envejecido, triste, desolado. Las olas rompían detrás mío y el viento hacía mágico aquel momento. Tu cara, pálida como la nieve, se volvía cada vez más inexpresiva, y tus ojos no paraban de derramar lágrimas. Lentamente me fui acercando hacia vos y te contuve en mis brazos. Vos no hacías más que temblar y llorar en silencio. Me miraste a los ojos y susurraste en mi oído la palabra que nunca creí que saldría de tus labios. Me dijiste adiós.
Desperté, alterada como nunca antes, y al buscarte a mi lado comprendí que mi sueño me brindó la última oportunidad de verte. Hubiese hecho tantas cosas de haberlo sabido!. Vos tuviste la oportunidad de decirme aquello que no habías podido la primera vez que me dejaste. Esta ocasión fue diferente, yo estaba soñando y vos ya no estabas en este mundo.
Traté de entender entonces tu visita, y me arrepentí de no haberte dicho lo que correspondía en aquel momento, lo tanto que te amaba y lo sola que me sentía, cuánto te necesitaba a mi lado y lo deprimente que era el invierno sin vos.
Volví a cerrar los ojos y me trasladé a aquella playa. Había parado el viento y el sol se reflejaba en el mar. Parecía primavera. A lo lejos visualicé una figura humana y a medida que iba avanzando me di cuenta de que eras vos nuevamente. Corrí a tu encuentro y te miré sorprendida, ya no estabas triste, y sonreías como nunca antes. Te miré y me vi en tus ojos, estabas feliz y me lo demostraste a cada instante. Entre besos y abrazos se pasó aquel día y, llegado el atardecer, ambos comprendimos que había llegado el momento de la despedida. Tu cara volvió a palidecer, y comenzaron a caer las lágrimas, con la única diferencia de que esta vez yo lloraba también. Estabas por pronunciar aquello que yo no quería oír. Te tapé la boca con mis temblorosas manos y esta vez fui yo la que te susurró al oído: No hace falta, no me iré a ninguna parte, te amo.

lunes, 23 de marzo de 2009

Bien encaminada

Me estoy curando de una enfermedad que no me dejó ser.
Me tuvo escondida, refugiada, aislada, malhumorada, inestable, triste y frustrada durante gran parte de mi vida.
Ella es la obesidad.
Gracias a ella logré ser insegura, pesimista, cara de traste. Gracias a ella me di por vencida. Gracias a ella me alejé de personas a las que aún quiero. Gracias a ella me abandoné cada día más...
Poco a poco le digo adiós. Cada gramo menos es una gran esperanza. Sólo quiero abandonarla a ella, ocuparme más de mí.
Estoy feliz, recuperándome, tratando de vivir todo aquello que tenía reprimido. Me animo a divertirme sola. Dejo atrás los prejuicios, el pensamiento ¿Qué dirán si hago tal o cual cosa?. Me siento más linda, más viva, más sana.

viernes, 20 de marzo de 2009

YA!

Quiero, deseo, anhelo. Tengo ganas.
Necesito reencontrarme con mi parte creativa. Sé que en mi hay una artista innata. La estoy buscando. Siento que la voy a encontrar pronto, muy pronto. Simplemente disfruto el camino, me dejo llevar.
Me veo escribiendo una columna en alguna página de Internet, o en una revista.
Me encantaría hacer videos de música, ponerle imagen al sonido. Siempre consideré que una imagen vale más que mil palabras, siempre veo la vida de colores, o pienso: “ahora tendría que estar sonando tal o cual tema”. Cada día encuentro un episodio en el cual pienso: “esto es para una foto” (pero nunca tengo la clamara encima).
Me fascina cantar, creo que no lo hago mal. Y dicen que sería buena actriz. Son muchas opciones, y quiero todo ya!!!!
Lento pero seguro.

Si quieres que tus sueños se hagan realidad, despierta!

“SOS MI ÁTOMO”

Formás parte de mi ser. Estás en cada poro de mi piel, en cada aliento, en cada paso que doy. Sos mi refugio diario, mi alegría. Cada minuto de mi vida está acompañado por vos, a cada estado de ánimo le corresponde una pieza tuya, una melodía.
Es sin vos música, que yo no sería.

jueves, 19 de marzo de 2009

Sin nombrarte

Yo te atraje hacia mí. Ahora simplemente quiero que te alejes.
Tenés algo que te hace adictivo y que despierta en mí lo más enfermizo.
El saber que no somos nada, pero aún así quererte a mi lado.
Son tiempos difíciles para una mujer soltera. No estoy dispuesta a compartir nada. Quiero a un hombre sólo para mí.
Soy una buena mujer, y siento que no me das el valor que realmente merezco. Sólo quiero que abras los ojos, que me hagas sentir querida.
De no ser así, hasta acá llegamos corazón.
Fue lindo mientras duró, pero no sos lo que yo necesito.
Se acabó la novedad de un cuerpo nuevo, un beso diferente, una caricia atrapante. Y yo necesito esa adrenalina siempre, esa pasión ferviente. Ya se volvió rutina, y me aburrí.
Soy posesiva, caprichosa y celosa. No puedo más con esto. Me supera la situación. No sirvo para estas relaciones modernas.
Es estar sola, y tener miedo a lidiar con ello, atarme a algo o alguien, enamorarme y terminar herida. Soy demasiado sentimental, y eso pesa mucho. Es un gol en contra. O no, no lo sé.
Fue una linda experiencia, apareciste en el momento justo y me diste un empujoncito más.
Gracias.

lunes, 16 de marzo de 2009

CONMIGO

Me sentí bien. Fue toda una aventura. Encontrar otra cosa, romper con la rutina, sentirme viva. Me reí de mí misma, nada me importó. Me divertí. Me conecté con parte de mi pasado.
En fin, me compré unos rollers.
Tenía unos antes cuando era chica, iba a una colonia de vacaciones y los fines de semana mi padre me llevaba al rosedal. Patinaba bien en ese entonces, disfrutaba al sol el aire libre.
Hoy todo cambió de repente. Me di cuenta de los años que pasaron y cómo, en gran parte, los desperdicié. Pero no me di por vencida. Intenté auto superarme a cada minuto, hacer piruetas con los brazos tratando de mantener el equilibrio y no caerme.
Y finalmente ocurrió. En el medio del rosedal, rodeada de gente, con mis ciento seis kilos, mi gran porte y con una musculosa de color rojo. Puteé (en inglés porque soy re fashion) y el golpe que me di al caer de traste repercutió en todo mi cuerpo.
Me sentí un pedazo de gelatina de frutilla.
No importó. Me quedé dos minutos sentada y me levanté sin la ayuda de nadie y seguí andando. Después me reía sola, porque realmente fue divertido y no me importó el resto. Estaba concentrada en lo mío. Además, previamente me había percatado que a muchas personas eso les sucedía y me hizo sentir parte del todo; alentándome a seguir adelante, extendiendo mis brazos, haciendo morisquetas.


“Levántate y anda”

martes, 10 de marzo de 2009

“NO TE ENAMORES”

Creí que lo decía en otro sentido. Por lo tonta que suelo ser, por lo soñadora e idealista, por lo sentimental….
Lo repitió demasiadas veces. Se grabó en mí. Le hice caso, pero dos semanas después me enteré el sentido de la advertencia. Me conoce, y me valora. Sabe que soy demasiado para él, y yo en el fondo también lo sé, pero mientras tanto estoy dispuesta a pasarla bien.
Tiene eso algo de malo????

lunes, 5 de enero de 2009

Besos engañosos

Cuántas veces esperé que dijeras mi nombre...
Cuántas veces esperé ese llamado?
Cuántas sueños quedaron bajo mi almohada?
Ya no quiero esperar más, no quiero enamorarme, quiero hacer de cuenta de que el amor no existe, dejar de ilusionarme...
Al enfrentar la realidad, uno se frustra.
Quiero dejar de pensar.

¿Dónde está el botón on /off?